El perfil del agrónomo de la nueva era
La agronomía es una actividad ancestral que, por más control que podamos tener sobre la misma, depende de distintos factores que la llevan a ser una de las labores con más necesidad de proyección y conocimiento especializado.
Actualmente, la capacidad de suministrar las cantidades de alimento necesario para la población contemporánea se ha visto mermada por el incremento de los países en desarrollo. Entonces, ¿qué sigue en el próximo mundo?, que los jóvenes estudiantes tendrán que enfrentarse ante esto y el ingeniero agrónomo será un gran pilar en el futuro desarrollo mundial.
Hoy, el sector busca abrir nuevos caminos y nuevos métodos que lo impulsen y le permitan insertarse de manera exitosa dentro del desarrollo rural, económico y ambiental, para lograr resultados que incluyan un ganar-ganar. La realidad del cambio climático, la falta de recursos naturales y la degradación ambiental son solamente algunos de los aspectos que han afectado al sector agro; lo cual implica mayores exigencias para los profesionales.
NUEVOS DESAFÍOS
Al considerar esto nos encontramos ante la siguiente encrucijada, ¿cuál será el desafío para el sector agrícola? En la opinión y conocimiento de Félix Tarrats, director general de CEICKOR, “[…] el reto radicará en producir más de 5 mil millones de toneladas de alimentos para 2050, con cada vez menos agua, suelo y biodiversidad, por lo que será necesario impulsar la transformación de la producción de alimentos con la integración de nuevas tecnologías para adaptarse y mitigar el cambio climático”.
“El desafío también consistirá en alimentar de forma sana y nutritiva a todos los habitantes, acabando no sólo con el hambre y malnutriciones, sino también con el sobrepeso y la obesidad”, señaló durante su participación con la conferencia “El agrónomo de la nueva era” en el Meister Media Worldwide Industry Summit.
Agregó que, de acuerdo con la FAO, es necesario aumentar la producción de alimentos en un 70% para ser capaces de proveer a los 9,100 millones de personas proyectadas para el año 2050. Y esto se hará con la ayuda de productores y especialistas en el área; sin embargo, dijo, el problema radica en que no hay agrónomos suficientes.
UN NUEVO PERFIL
Antes, el perfil del agrónomo era de un productor de plantas, orientado a la venta de conocimiento sobre la industria. Ahora, se enfoca en la toma de decisiones que direccionan un proyecto especializado sobre las necesidades requeridas en el tema de producción agrícola, es un profesional comprometido con su entorno. El especialista formula, planea y desarrolla proyectos agrícolas sostenibles; se prepara, se proyecta, se enfrenta a problemas relacionados con la producción y diseña estrategias de solución. Otra de las características que muestra esta profesión es la de implementar nuevos enfoques educativos al igual que nuevas estrategias para la competencia del mercado.
La agronomía, a diferencia de otras ramas de la ingeniería, debe resaltar en el campo de la investigación y del medio ambiente, así como llevar un orden en los procesos de producción, de comercio, y de gestión. No hay que olvidar que los avances tecnológicos han provocado la búsqueda de nuevos perfiles académicos que trabajen en la mejora de recursos naturales, en la regeneración de alimentos y en la inocuidad vegetal.
Tarrats comentó que la migración del campo a la ciudad seguirá aumentando a un ritmo acelerado. Agregó que las áreas urbanas pasarán a representar el 70% de la población mundial en 2050 (frente al 49% actual), y la población rural, tras alcanzar un nivel máximo a lo largo del próximo decenio, disminuirá. Entonces, ¿en dónde produciremos alimentos?
Una solución al problema sería mejorar la calidad de las pequeñas poblaciones hacia un desarrollo tecnológico.
Por otro lado, el área de agricultura protegida está creciendo. Los factores climáticos serán tan cambiantes que es imprescindible migrar a la agricultura protegida.
Por lo tanto, ¿qué sucede con los futuros agrónomos? El especialista plantea lo siguiente:
Cada vez hay menos jóvenes interesados en estudiar agronomía o estudios relacionados con la agricultura. Es una labor de la iniciativa privada, de las universidades y del Gobierno el incentivar este perfil.
Es una de las profesiones con más futuro en los próximos 15 años. El concepto de estudiar algo relacionado con el campo pasará de la percepción actual de “poco prestigio”, a aquel que mezcle lo mejor de ambos mundos, urbano y rural, con un perfil exitoso.
Las universidades y fuentes de trabajo actuales que se encuentran lejos del sector agrónomo, paulatinamente deberán fusionarse.
Asimismo, destacó que el flujo de vegetales en el mundo no es sustentable, se requieren métodos de producción eficientes en agua y en espacio, como la agricultura vertical o en contenedores, y la producción en áreas urbanas. Por lo cual, dijo, es ante este panorama que las ciudades del futuro deberán combinar su espacio urbano con un inmediato espacio rural —o incluso dentro del área urbana como los techos de las edificaciones— para implementar sistemas de abastecimiento, que no impliquen logística lejana y complicada, lo cual se reflejará en costos y calidad del producto. Comentó que entonces es que se debe fusionar la ciudad con el área rural agrícola mediante proyectos que moldean el perfil de la nueva agronomía.
A continuación presentó algunos ya implementados en el mundo:
DakAkker (Holanda): Creado en abril de 2012, es la producción en techo más grande de Europa. Puede decirse que es el sueño del agrónomo del futuro, donde el joven no se meterá a un campo con miles de hectáreas, si no que cuidará varias pequeñas, con la más alta tecnología.
Hong Kong: Promover agricultura urbana. Los jóvenes indicarán cómo hacer crecer vegetales en los techos de los edificios.
Badia Farms (Dubai): Dedicado a producir principalmente hortalizas de hoja. Las plantas no están expuestas al sol, únicamente a luz LED color rosa. ¿Quién operará y administrará esos contenedores?: los agrónomos.
Nueva York, EE.UU.: Brooklyn Grange, probablemente el área de cultivo en techos más grande del mundo, con alrededor de 8,000 m2; también se encuentra el Eagle Street Rooftop Farm y Gotham Greens. En la visión del futuro, será más interesante subir a tu techo en tu área urbana a producir, con todas las facilidades que ofrece, que desplazarte a un sitio rural.
City Farms (Tokyo): Surge para producir localmente la comida para una comunidad. Renta los espacios, con asesoría del agrónomo, para cualquier persona interesada.
Lufa Farms (Montreal): Con más de 2,800 m2 de invernadero arriba de dos edificios, produce todo el año alrededor de cuarenta cultivos diferentes.
NUEVAS CARACTERÍSTICAS
En un estudio realizado por Félix Tarrats a la industria, para elaborar el perfil del agrónomo actual con base a un sistema educativo implementado en su instituto, incluye dos grandes áreas:
Habilidades y aptitudes (valores):
Capacidad para relacionarse y apreciar otras culturas y costumbres.
Aprendizaje de forma autónoma, investigación, y un razonamiento crítico y propositivo.
Principios de puntualidad, disciplina, orden, respeto y responsabilidad.
Trabajo en equipo, iniciativa, y liderazgo.
Capacidad para resolver conflicto de personas.
Búsqueda de mejores resultados.
Competencias técnicas:
Conocimiento de las bases y fundamentos biológicos del ámbito vegetal. Conocer la planta, sin esto no sirve la tecnología.
Conocimiento de riego, clima, y aspectos técnicos.
Principios de ecología e impacto ambiental.
Agricultura protegida.
Toma de decisiones mediante el uso de recursos disponibles, de manera eficiente y eficaz, con grupos multidisciplinarios.
Administración de empresas agrícolas, postcosecha y comercialización.
Agregó que el perfil del agrónomo actual, al no estar acostumbrado a la tecnología, experimenta cierta incertidumbre frente al nuevo panorama. Es el nuevo agrónomo aquel que crece con un desarrollo social natural en convivencia con las nuevas tecnologías, y que tendrá habilidades natas para visualizarlas e implementarlas: nanotecnología, sensores, robots, energía solar, impresoras 3D, alimentos de alta tecnología; en una convivencia con el desarrollo social contemporáneo.
El reconocido especialista indica que la base es la mezcla del conocimiento especializante del pasado con la tecnología del futuro, mediante la siguiente analogía: “no (debemos) olvidar que un ingeniero agrónomo que no conoce la fisiología de la planta no podrá aplicar la tecnología”.
Concluyó diciendo que el agrónomo de la nueva era es el que logrará unir el campo con la ciudad para poder afrontar las causas profundas de la migración, incluso evitarla; mejorará la productividad agrícola de forma sostenible para satisfacer la creciente demanda; tiene contacto y respeto por la naturaleza; pondrá su atención hacia el pasado usando los recursos tecnológicos para lograr que los sistemas alimentarios sean más eficaces, inclusivos y resilientes; para finalmente, mejorar las oportunidades de generación de ingresos en las zonas rurales.
Fuente: hortalizas.com